El Romero
“¡Hermosura delicada / junto al filo de la nada! / Huele a mundo verdadero / la flor azul del romero”. (Amor a una mañana, Jorge Guillén) Detrás del ramito de romero que los vendedores ambulantes llevan entre las manos en las esquinas de las calles andaluzas, detrás del “cómpreme un ramito del romero de la buena suerte” se esconde toda una tradición popular que hace cientos de años quedó arraigada en las costas del Mediterráneo. El ‘rocío marino’, como se le conocía antaño y el verdadero significado de su nombre en latín –Rosmarinus officinalis-, embriaga los sentidos de quien se acerca a su envolvente fragancia y a su gusto legendario. Y es que esas ramitas verdosas repletas de hojas y de pequeñas flores blancoazuladas y violetas esconden en su interior el sabor y el aroma del bosque mediterráneo, el mágico don para sanar y una homérica capacidad de supervivencia.
En el gran libro de las leyendas y las costumbres andaluzas, el romero es uno de los principales protagonistas. Las supersticiones relacionadas con el romero, de origen lejano e incierto, pasan por las bodas y los funerales con tanta facilidad como el día pasa a ser noche. El romero simboliza el amor y la muerte. Así, las novias llevaban antiguamente coronas de romero entrelazado como talismán para asegurar la prosperidad del matrimonio y se colocaba un ramo de romero entre las manos de los cadáveres como símbolo de la inmortalidad del alma. Durante la Semana Santa el romero se bendice en la Misa y se reparte después entre los fieles mientras éstos cantan un antiguo romancero que dice “Romero santo, santo romero / salga lo malo y entre lo bueno”. Sahumar las casas con esta planta era lo que se hacía tradicionalmente para purificar los hogares y expulsar a los malos espíritus. La tradición del flamenco y la del romero se entrelazan en los escenarios en los que los bailaores danzan sobre los ramitos extendidos por el suelo. Entonces, arte y naturaleza conjuran hechizos y sortilegios con olor a incienso. “Mala es la llaga que el romero no sana” dice el refrán. Las virtudes del romero forman parte de la sabiduría popular mediterránea. Ya en el siglo IV a.C., Hipócrates recomendaba cocer las hortalizas con romero para prevenir las enfermedades de bazo y de hígado. Presentado en seco, en infusión, en alcohol, en aceite o como miel, el romero es una de esas hierbas que todos deberíamos tener en nuestra despensa. Miel de romero - “La flor del romero de la abeja es curandero” y si el néctar de su flor ya contiene todas sus propiedades terapéuticas, la miel que resulta se convierte en oro líquido. La miel de romero es un estimulante natural. Favorece la circulación sanguínea así como la cerebral, con lo que la memoria y la concentración se ven reforzadas. Actúa como reconstituyente en estados de carencias vitamínicas y como desinfectante si se aplica sobre heridas y llagas en la piel. Sus propiedades balsámicas y expectorantes combaten los dolores de garganta. En Andalucía existen varias empresas que comercializan la miel de romero. Entre ellas, destacar la que se produce en Granada -con denominación de origen- y la que se produce en Pozoblanco (Córdoba), miel ‘Valle de los Pedroches’. Aceite de romero - El aceite de romero se consigue destilando las flores del romero, así como los tallos tiernos. Aplicado al cabello previene la alopecia y la caspa, alivia los picores del cuero cabelludo, actúa como desparasitador –piojos y liendres-. Además, es ideal para tratar dermatitis y contracciones musculares. Infusión de romero - Dedicar diez minutos a hervir las flores y los tallos del romero nos reportará múltiples beneficios. Aplicada directamente en el cuero cabelludo, la infusión de romero actúa en los cabellos grasos como depurador. Enjuagarse la boca con ella ayuda a aplacar la halitosis. Empapar un paño en la infusión da como resultado una cataplasma que aliviará dolores musculares como la tortícolis. Alcohol de romero - El reuma, la ciática, el lumbago, las contusiones y las agujetas tienen en el alcohol de romero a su mayor enemigo. Se prepara con aceite romero y alcohol de 95º. Si empapamos en él un paño suave, tendremos en nuestras manos una potente arma contra los dolores musculares. Además, el alcohol de romero es uno de los ingredientes principales del Agua de Hungría, una loción alcohólica con la que se dice que la Reina Isabel de Hungría rejuveneció. El romero en la cocina |
Bibliografía
Estos títulos relacionados con El Romero pueden interesarte.
- • VV.AA. Food from Your Garden. Reader’s Digest, 1997
- • VV.AA. ATLAS ILUSTRADO DE LAS HIERBAS Y PLANTAS AROMÁTICAS MEDICINALES Y CULINARIAS. SUSAETA, MADRID, 2007
- • Diccionario Integral de Plantas Medicinales. RBA, BARCELONA, 2002
- • Bianchini y Corbetta. The Fruits of the Earth. Godfrey Cave Associates Ltd, Open Market Ed., 1988.
- • berdonces serra, j.l. La gran enciclopedia de las plantas medicinales. Susaeta, Madrid, 1998
Enlaces
- • Miel Valle de los Pedroches
- • Miel de Granada. Denominación de Origen.
- • Miel de romero de Málaga
- • Receta de Cordero con romero en tres texturas
Etiquetas: andalusia, destacados salud, enfermedad, españa, remedios, andalucia, ecologia, flora, gastronomía, medio ambiente, receta, salud
3 comentarios
No paro de regar mi romero y parece que se está muriendo. ¿Algún consejo?
El romero se utiliza para enriquecer los suelos y prepararlos para otras plantas. Si lo cuidamos demasiado, dirá: “ya no me necesitan” y se irá muriendo poco a poco hasta desaparecer. Es un superviviente nato y crece con muy poca agua y mucho sol. Con que lo riegues sólo de vez en cuando bastará. Deja que haga su trabajo.
me gustaria saber como preparar el romero en el uso de dolores musculares